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En un momento crítico marcado por el cierre inminente de universidades en todo el país debido a severos recortes de fondos, y con hospitales públicos al límite donde se suspenden cirugías, el ministro de Defensa, Luis Petri, ha presentado la solicitud de Argentina para convertirse en un "socio global" de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Esto ocurre después de que Argentina adquiriera 24 aviones de guerra por más de 600 millones de dólares, descartados por Dinamarca, mientras que el gobierno de Estados Unidos anunció un fondo no reembolsable de 40 millones de dólares destinado a fortalecer la seguridad nacional.
Esta acción ha generado reacciones adversas en todos los sectores, exacerbando la indignación en el Senado luego de que todos los bloques acordaran un aumento salarial para los senadores, votado a mano alzada en el recinto para asegurar la aprobación necesaria. La presidenta de la cámara alta y vicepresidenta, Victoria Villarruel, defendió la decisión argumentando que no puede intervenir en la votación ni forzar una votación nominal.
Mientras tanto, la crisis humanitaria se agrava con más de cuatro mil comedores escolares sin fondos del gobierno y seis muertes por falta de medicamentos esenciales, cuya adquisición está paralizada por el Ejecutivo. La embajada de Estados Unidos ha respaldado el envío del fondo de 40 millones de dólares, señalando que este financiamiento militar extranjero está reservado para socios estratégicos.
El presidente ultraderechista, Javier Milei, ha reafirmado una política exterior de "alineación total con Occidente", particularmente con Estados Unidos e Israel, países que respaldaron abiertamente su campaña presidencial. Sin embargo, Milei enfrenta críticas por su gestión, acusado de "destruir el país" y amenazar la unidad territorial.
La solicitud de Argentina para unirse a la OTAN ha provocado respuestas internacionales, con el vicecanciller ruso, Serguei Riabkov, advirtiendo que esta medida no mejorará la seguridad y solo aumentará la influencia de Estados Unidos sobre países soberanos.
En el ámbito regional, el gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, condenó la oferta turística británica en la feria "WTM Latin America", que promocionaba viajes a las Islas Malvinas, ocupadas por Gran Bretaña desde 1833, considerando esto como una provocación que agrava las tensiones.
En resumen, Argentina enfrenta una crisis multifacética con graves problemas económicos, sociales y de salud pública, mientras busca redefinir su posición geopolítica a través de alianzas internacionales controvertidas.
Fuente: La Jornada
